Nuestras cenas, el mayor peligro

¡Bienvenidos a la 2ª entrada de esta semana!

Como e podido sacar tiempo hoy sábado recupero una entrada semanal que hace 2 que no publique para contaros un poco de los peligro de nuestras cena.

Es importante que tengamos en cuenta nuestras cena, el porqué es sencillo. Nuestro ritmo de vida es muy frenético, el cual hace que no dediquemos el tiempo necesario a comer de manera ordenada (ya sea por motivos laborales, estudio, tareas del hogar) De ahí que, al llegar la noche se tienda a comer lo que no se a podido comer durante todo el día. Y creerme que os entiendo, porque el cuerpo sólo pide aquello que no ha obtenido durante la jornada, si a eso le sumamos que cuando nos relajamos nuestra cabeza va a pensar en cosas apetitosas pues mas complicado se nos hace.

¿Qué pasa? Pues que de entrada, no es bueno comer demasiado en una sola comida y luego es difícil meterse en el cuerpo tantas kilocalorías sólo con comida sana, de ahí que la gente, muchas veces sin ser consciente de ello, opte por otras que no lo son tanto. EL resultado es una falta de energía durante el día, justo cuando la necesitas y una sobrealimentación por la noche, justo cuando te hace menos falta.

Lo primero que debes hacer en cuanto empiezas a controlar tu alimentación es cuidar la cena. Hay una frase que nos decian nuestras abuel@s de «Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo» Pues eso mismo. Lo ideal por la noche es comer lo mínimo y para ello tendrás que trasladar las comidas más calóricas a otros momentos que tu cuerpo tenga mas demanda.

Es verdad que las primeras veces cuesta un tanto acostarse sin la sensación saciante de una cena generosa. Pero el cuerpo es inteligente y se acostumbrará. Ya verás cómo te levantas con más ganas de desayunar.

No lo olvides, pues dependiendo de si te acuestas con la tripa llena o no, estarás las ocho horas de sueño acumulando grasa o eliminándola.

Para saciar y tomar un postre para complementar tu cena saludable recomiendo meter 125gr o 250gr (depende del peso del individuo o objetivo marcado) de queso fresco batido 0% grasa mezclado con medio sobre de bolero y te haces un yogurt apetitoso y nutritivo.

¡Hasta la siguiente entrada chic@s!

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