Los cambios de peso
¡Buenas chic@s!
Bienvenidos a la entrada de esta semana que vamos hablar de un tema que os importa en vuestra planificación hacia un cuerpo tonificado.
Una de las ideas que tenemos tod@s en la mente es el deseo de ponernos en forma y como prioridad la de adelgazar. Y no ya sólo cuando se acerca el verano y da inicio aquello que popularmente se llama operación bikini, sino la de perder peso es una preocupación que cada vez asalta a más gente, sabedora que la obesidad no solo es nuestra imagen, sino que además acarrea diversos problemas de salud.
No obstante, conviene no obsesionarse con este tema. Y menos aún con el peso. Porque, al contrario de lo que mucha gente piensa, no necesariamente significa lo mismo estar gordo que pesar mucho. ¿Quieres saber por qué? Vamos a ello.
Los cambios de peso
Tres son los factores/sustancias que principalmente inciden en los cambios de peso, tanto por aumento como por descenso que sufre el cuerpo:
- El agua
- El músculo
- La grasa
Vamos a explicar a continuación el porqué.
- El agua. Seguro que no te descubro nada nuevo, pero el agua supone casi tres cuartas partes del peso del cuerpo de una persona. Y basta con que pierdas un pequeño porcentaje de ella para que se aprecie en la báscula aunque también es verdad que en cuanto bebas un poco de agua tu cuerpo recuperará esa falta y la báscula volverá a hacerse notar. Por favor evitar forzar la sudoración como sucede en las saunas, o técnicas anticuarias como fajas, bolsas de plástico o ropa de más para entrenar. Traen consigo una pérdida de peso real, pero en cuanto bebas algo recuperarás lo sudado.
- El músculo. El 40/50% de nuestro cuerpo está formado por estos tejidos contráctiles. Gracias a ellos nos movemos. Pero es que, además son el principal agente consumidor de energía del organismo. Razón de más para que les dispensemos la atención que merecen (realizar una actividad deportiva mínimo de 3 a 4 días por semana). Ojo al dato en los entrenamientos «más en algunas ocaciones, no es siempre mejor».
- La grasa. La mala fama acompaña a la grasa, lo cierto es que de por sí no es mala. Al contrario, pues es un depósito de energía indispensable para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Otra cosa es su exceso que normalmente llegamos a este punto por no llevar una vida saludable. Ahí sí que doy la razón y eso es lo que tenemos que combatir.
Otro de los consejos que quiero aportaros en la entrada de hoy es que no te fíes siempre de la báscula. Nos da una información imprecisa, porque estar gordo no depende de lo que señalan las agujas de la báscula (o sus digitos si es digital) sino del porcentaje de grasa que tengamos en el cuerpo. Conosco casos de compañeros que compiten en culturismo, fuertes como el vinagre y con un índice de grasa muy bajo llevado al extremo, que en una bascula les a marcado que estan obesos. Así que un poco de precaución al asustarse con estos parámetros.
Antonio Martínez
Asesor deportivo en MASmusculo Sevilla